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Los servicios de los "Cerrajeros Pegatina"

La Unión de Cerrajeros  Valencia de Seguridad (UCES) ha alertado sobre los peligros que conlleva contratar los servicios de los supuestos cerrajeros que se anuncian en las pegatinas que se reparten en todo tipo de elementos del mobiliario urbano de municipios y ciudades. “No ofrecen ninguna seguridad”, ha afirmado el presidente de UCES, David Ormaechea.

Para Ormaechea, el primer paso que da siempre un cerrajero de confianza es estar perfectamente identificado. Algo que no ocurre con estos cerrajeros valencia profesionales que, normalmente, no se identifican ni en las pegatinas ni en las tarjetas. "Simplemente aparece un nombre genérico y un teléfono", ha explicado, "pero no hay nombres ni empresas que los respalden". 

Un hecho que, desde el punto de vista de UCES, no sólo crea una imagen muy negativa del gremio, sino que, además, puede suponer un peligro importante para todos aquellos usuarios que soliciten estos servicios, porque al no estar debidamente registrados no pueden ofrecerles ninguna garantía

Igualmente, el presidente ha recalcado que cualquier cerrajero puede dar un presupuesto por teléfono sin ningún tipo de impedimentos. "Somos profesionales y sabemos cuánto cuesta nuestro trabajo", por lo que, si en algún momento, se niegan a dar un presupuesto previo "hay que desconfiar por completo de que sea un cerrajeros valencia de confianza, o incluso de que realmente sea cerrajero", ha sentenciado. 

Salvando posibles imprevistos que puedan surgir, el precio medio de una apertura de puerta puede estar entre los 70 u 80 euros ya que, como ha explicado Ormaechea, "aunque el trabajo no lleve más de media hora, ha habido una interrupción de otro trabajo, un desplazamiento y un esfuerzo". Sin embargo, no duda en afirmar que lo que una tarifa de 400 ó 500 euros "es completamente abusiva". 

Además, ha manifestado la intención de UCES de conseguir que todos los profesionales cerrajeros que disponen de su correspondiente identificación puedan llegar a estar registrados en el Ministerio del Interior. El objetivo es garantizar la seguridad en sus servicios de cara al usuario y, también, evitar la grave situación de intrusismo profesional que están sufriendo.